Localidades mágicas de Guara: Adahuesca
La localidad de Adahuesca se sitúa en un punto estratégico, cruce de caminos entre los valles del Alcanadre y el Vero, donde sucedieron numerosas andaduras de las que todavía hoy se escuchan leyendas.
El nombre de Adahuesca viene del término latino “Abosca”, que significa “hacia Huesca”. De ello, el motivo del gentilicio de sus habitantes: aboscenses.
Su casco urbano es compacto, con casas típicas del estilo popular, cuyas fachadas están repletas de arcos de medio punto. Es famosa la casa de “Loscertales”, una vivienda solariega con cierto carácter defensivo por su maracán situado sobre la puerta. “Loscertales” eran “los Certeros”, una familia de pastores montañeses que, según dicen, con su buena puntería con la honda, ayudaron a Pedro I en la batalla de Alcoraz contra los musulmanes ante la toma de Huesca.
La iglesia de San Pedro, del siglo XVIII y de estilo barroco clasicista, contiene la capilla de las Santas Nunilo y Alodia, que son uno de los espacios barrocos más elaborados de la comarca del Somontano.
Por otro lado, en Adahuesca se puede visitar el Centro de Interpretación de Leyendas y Tradiciones del Somontano que se encuentra en el lugar que ocupó la antigua iglesia parroquial y el castillo.
Una de las leyendas más famosas es la de las abuelas de Sevil. Cuenta la leyenda que la mayor parte de la población de la sierra de Sevil habitaba en el pueblo de Sevil, que hoy se conoce como Las Casas. Pero éste pueblo quedó despoblado debido a una epidemia de peste y las últimas supervivientes fueron dos ancianas que, enfermas y desamparadas, fueron en busca de refugio por los pueblos de alrededor. En todos les negaron la entrada menos en Adahuesca. Cuando murieron, en muestra de gratitud, legaron a Adahuesca la sierra de Sevil y desde entonces se celebran dos fiestas al año por su recuerdo: la romería a Crucelós el 20 de mayo y la corrida a las Peras el 26 de julio.
Son numerosas las excursiones que parten desde Adahuesca y que se sumergen en las sierras de Guara y Sevil. Desde aquí podéis ir a la Virgen de Viña o al Mesón de Sevil, desde el que se llega al Castillo de los Santos. También podéis ir a visitar la ermita de Nuestra Señora de Treviño, declarada Monumento Histórico Artístico.
Y para los lamineros, no os podéis marchar sin probar su repostería artesana: las “culebretas de Adahuesca” o los “dineretes de Sevil”.
Y después de un día de turismo...qué mejor forma de recuperar vuestras fuerzas que probando los platos de Casa Tejedor con productos de la zona o haciendo una parada en nuestro hotel. ¡Os esperamos!
